Salón del trono

Llegué al salón del trono tras detectar el olor de la princesa, a una distancia muy próxima a la mía, no tarde en darme cuenta de que algo sucedía. Era demasiado fácil advertirme de su presencia, sus pasos no eran sutiles y danzantes llenos de una protocolaría armonía como ya había sucedido anteriormente. Demasiado Ruidosa, una torpe vampira.

-¿Que ocurre Selanora? Me había colado en la habitación, seguramente no le gustaba que invadiera su privacidad, en esas condiciones, pues evidentemente y de forma inequívoca estaba llorando. Sin más me quedé observándola con gesto serio, aunque una aparente calma, a la espera de una respuesta.

Largo!!!!! grite todo lo alto que pude No! me gire y le mire furiosa Tu!, ha sido tu culpa!!!!!!!!!

me acerque a el a un paso amenazante mientras gruñia con los puños fuertemente cerrados

Todo ha sido culpa tuya, primero por traer a la humana esa y despues.....se me corto la voz TU DEBER ES PROTEGERME!! Y NO ESTAR DANDO PASEOS POR MI JARDIN ME OYES??? me gire para no mirarle has tocado fondo

Me sorprendí ante su reacción, me estaba acusando había de toda responsabilidad sobre los hechos, que estaban sucediendo en ese instante. Se encargó de rememorar mis obligaciones como guardián y las acaté sin rechistar. Cuando se acercó a mi, no me moví, permanecí inmóvil y con la guardia baja, sin ningún gesto de nerviosismo, desde luego si deseaba golpear a alguien, yo era la persona indicada para ello.

-¿Que quieres decir? Mi tono era serio, no me atreví ni tan siquiera a repetir su nombre, pues el ambiente estaba realmente cargado. Estoy aquí para protegerte, jamás,nunca, en ningún momento he dejado de ofrecerte mi protección, incluso ahora, con éstas palabras, estoy tratando de hacerlo. La miré desde detrás del negro cristal de mis gafas, esperando todavía ese ataque inminente. Creí que habías aprendido a convivir con la humana... comencé con cierto tono apenado.

No quiero humanos me oyes? NO QUIERO NI UN PUÑETERO PEDAZO DE CARNE MAS PULULANDO POR MI CASA!! Deberia de expulsarte de aqui.....Te odio.......pronuncie esto ultimo girandome y lanzandole una mirada furibunda No quiero saber nada NADA de albion ni del pueblo, ME DAN IGUAL!

Realmente seguía sin comprender absolutamente nada, pero mostrar mi desconcierto, haría mucho más difícil la situación, no se trataba de una maniobra inteligente. Sus palabras expresaron odio hacía mi, abatiendome con una pesada sensación de incredulidad en incluso, sí he incluso de dolor, pero debía guardar las composturas.

Si lo que deseas es odiarme, lo aceptaré, si lo que deseas es que me marche de aquí, lo haré,pero eso no servirá para que deje de protegerte, no lo haré hasta que me ordenes para que deje de hacerlo, aunque tenga que vivir sabiendo que me odias, en esta eternidad. Ambos, sabemos que lo que pides no es posible princesa, eres la máxima mandataria de albión, la máxima responsable, no puedes pasar por alto al pueblo, este, ha sido tu legado y debes cargar con ese peso, esa es otra de mis funciones, ayudarte a portar esa carga con la mayor eficiencia posible, por mucho que reniegues de tu pasado en estos momentos, no puedes hacer cosa diferente, que afrontarlo y repito que, yo estoy aquí para eso, así que por favor, por mucho que me odies, por mucho que detestes mis palabras, no me pidas que deje de protegerte... Me mostré algo cabizbajo, aún no sabía porque estaba así, y dependiendo de su decisión, no era capaz de determinar cuanto tiempo me quedaba para averiguarlo.

Si tanto te importa el pueblo toma comence a quitarme torpemente los sellos de las manos y a lanzarselos Para ti! Para ti solito! le lance la corona Estupido mendigo....siempre pense que fue un error recogerte fui decidia a empujar el trono para volcarlo, cuando me distraje, Ziven....¿cabibajo.....no era una ilusion fruto de mi enojo......

Me estaba dando cuenta de que...no era la muerte de mi humano lo que me tenia tan furiosa...ya no....se me habia pasado el antojo, entonces, ¿que era?

Quitate de mi vista o pedire tu cabeza en bandeja de plata

No había pronunciado aquellas palabras que tanto me atemorizaban, lo que significaba qué todavía me quedaba un lapso de tiempo, por minúsculo que fuese, debía medir bien mis palabras,cualquier error, podia enviarlo todo al garete y entonces, habría fallado a Albion como guardián, a mi mismo, y sobretodo a ella, a la que se me encargo proteger, desde mi conversión, esa era una condena, mucho mayor que entregarle mi cabeza.

Recogí los sellos del suelo, junto con la corona y los observé de forma gélida e inexpresiva y cerré los ojos, pensando en mis orígenes, una vez había pronunciado la palabra mendigo. ¿De verdad se arrepentía de tantos siglos a mi lado? Todo eso se mostraba como una realidad muy cruda. Oculté un suspiro y deje los abalorios, cerca de un mueble, similar a un tocador, formado por unos huecos para recolocar las joyas y una acolchada superficie rojiza dónde se depositaba la corona. Precisamente eso, fue lo último que deposité sobre el mobiliario de lujo, dejando una mano sobre ella unos momentos y aludiendo al simbolismo. -Esto... no es algo que me pertenezca... no a mí. De verdad crees que alguno de los guardianes del castillo podrá traerte mi cabeza? Dije negando con la misma. Lo dudo, yo mismo te la entregaré si es lo que quieres. Fui entrenado para protegerte.No servirá si no puedo hacerlo. Farfullé insistiendo de nuevo, mientras me acercaba a ella y clavaba mi rodilla en el suelo a modo de reverencia, mientras con mi mirada ya en el suelo, dejaba mi destino totalmente en sus manos.

Te regalo mi trono, voy a recluirme, gobernaras tu, no quiero que se me moleste para nada, FELICIDADES! De mendigo a rey en un dia! dije con marcado sarcasmo Tu unico cometido relacionado conmigo sera enviarme un humano al pasillo tres cada dos dias, solo y cuando digo solo es SO-LO! me gire para marcharme ignorando su reverencia, su comportamiento era extraño y eso me confundia y enfurecia aun mas, aprete la llave de mi madre fuertemente